La Reunión Anual del CIBERDEM es un evento clave para fomentar las relaciones entre grupos de investigación. La organización de este encuentro y la puesta en marcha de proyectos como las Ayudas interCIBERDEM, que permiten a los doctorandos conocer el trabajo de otros equipos de investigación dentro de esta área temática del CIBER, son algunas de las iniciativas de las que se ocupa el Programa de Formación, que coordina Ángel Nadal.
-¿Cuáles son las principales actividades que se impulsan desde el Programa de Formación del CIBERDEM?
-La primera prioridad es la reunión anual de CIBERDEM. Es el foro donde se presentan los resultados obtenidos a lo largo del año y donde todos los miembros de CIBERDEM nos reunimos y pasamos dos días y medio discutiendo sobre ciencia. Es probablemente el evento de mayor importancia pues de aquí surgen la mayoría de las colaboraciones entre grupos. Siguiendo el hilo de las colaboraciones, una segunda prioridad son las ayudas interCIBERDEM que acabamos de poner en marcha. Pretendemos con esta iniciativa que el personal contratado por CIBERDEM y los doctorandos de los grupos CIBERDEM puedan pasar un periodo de tiempo corto, entre 2 semanas y 3 meses en el laboratorio de otro grupo, con el fin de mejorar el aprendizaje en diferentes técnicas del personal CIBERDEM y del personal en formación de los grupos. Además, de nuevo estamos organizando cursos y talleres, tal como se venía haciendo anteriormente cuando coordinaba el área la Dra. Fátima Bosch.
-¿Qué aporta a la formación en el área de la Diabetes y las enfermedades metabólicas el contar con una estructura como CIBERDEM?
-CIBERDEM, unifica e integra los conocimientos de los jóvenes en formación hacia la investigación en Diabetes, ampliando sus conocimientos y ensanchando su visión de esta enfermedad. La mayoría de los estudiantes de doctorado, y también los contratados postdoctorales tiene formaciones distintas, provienen de diferentes grados o han realizado tesis doctorales en temas diversos, aun cuando estén relacionados con la diabetes. CIBERDEM, vía la reunión anual, las becas de movilidad y los diferentes cursos y talleres amplia el conocimiento básico, clínico y también técnico del personal en formación y de todos los miembros de CIBERDEM. Todos nos beneficiamos al mantenernos al día en los nuevos avances que se producen alrededor de la investigación en Diabetes.
-¿Ha servido el CIBERDEM para promover e incrementar la formación de investigadores en este campo?
-Sin ninguna duda. Una estructura como CIBERDEM basada en la excelencia científica y con una aproximación translacional a una patología tan relevante actualmente, sirve para motivar e incentivar a los investigadores a trabajar en este campo, y a los que ya están en él, a continuar.
-¿Cuál es el balance hasta el momento de la actividad del Programa de Formación del CIBERDEM?
-La actividad de este programa se ralentizó mucho en CIBERDEM hace unos años debido a los cambios estructurales del CIBER provocados por la crisis económica. En 2016 hemos comenzado una nueva etapa, y hemos retomado el programa de formación. La reunión anual que se celebró en el Hotel campus de la Universidad Autónoma de Barcelona entre los días 11 y 13 de mayo, muy bien acogida entre los miembros de CIBERDEM y la valoración fue muy positiva. Al mismo tiempo el día 11 se realizó un taller sobre “oportunidades de financiación pública para jóvenes investigadores CIBERDEM” para incentivar la petición de financiación y la formación de nuevos grupos. Este taller tuvo una magnífica acogida. Por lo tanto, el balance comparado con los últimos años es positivo y estamos acercándonos a lo que teníamos antes de los cambios estructurales.
-¿Puede adelantarme algo de las previsiones para 2017?
-Nuestras previsiones para 2017 es intentar mejorar. Por supuesto continuar con lo que hemos hecho este año y he detallado en el anterior punto y fomentar la movilidad entre grupos. Estamos valorando poner en marcha una serie de cursos, en colaboración con el CIBER de la Fisiopatología de la Obesidad y Nutrición, así como talleres de carácter técnico para fomentar el uso de las plataformas.
-¿Cuáles son los principales retos para la formación y la docencia en el área de Diabetes?
- Desde mi punto de vista el reto es formar profesionales que tengan una visión translacional sobre la investigación en Diabetes. Hay que conseguir que los investigadores básicos conozcan lo necesario sobre la clínica y viceversa, que los clínicos conozcan la investigación básica. Si se consigue, será más sencillo y rápido trasladar los resultados desde la bancada del laboratorio al paciente.
-Su grupo investiga sobre el papel de los disruptores endocrinos en el desarrollo de la diabetes, ¿cuáles son sus principales líneas de investigación en este campo?
- Este es un nuevo campo de investigación y todavía queda mucho por hacer. Hasta ahora sabemos que determinados disruptores endocrinos pueden aumentar la susceptibilidad a la diabetes mellitus, y la obesidad en animales de experimentación. Ahora estamos comenzando a saber, un poco, cómo lo hacen. Pero la complejidad es enorme, pues depende del disruptor endocrino (hay hasta 900 compuestos químicos catalogados coma tales por la UE); del periodo de vida al que ocurra la exposición (infancia, pubertad, embarazo, edad adulta o vejez); así como de la dosis, t del genero. En nuestro grupo utilizamos principalmente el bisfenol-A como modelo de disruptor endocrino, y nos centramos en dos líneas principales: 1) Los mecanismos moleculares utilizados para alterar la función y la masa de las células beta y alfa del islote de Langerhans y 2) cómo altera la exposición a bisfenol-A durante el embarazo el metabolismo de la glucosa en los hijos y en las madres, a lo largo de su vida.
-¿Cuáles son los principales disruptores endocrinos que tienen relación con la diabetes?
-Los principales son los llamados compuestos orgánicos persistentes, como el insecticida DDT, las dioxinas y los compuesto perfluorados. También están claramente relacionados algunos compuestos no persistentes como el bisfenol-A y los ftalatos. Estos compuestos se encuentran en la sangre de más del 90% de la población de los ciudadanos de los EEUU.
-¿Tenemos suficiente conocimiento de las sustancias que pueden influir en el desarrollo de la patología?
- Todavía no conocemos lo suficiente, uno de los desafíos es saber cómo interfieren y, muy importante, en qué momento a lo largo de nuestra vida es más peligroso que así suceda. De momento sospechamos que es más peligrosa la exposición durante el embarazo y la infancia, pues programa a los individuos para el resto de su vida. Los efectos en los animales adultos son reversibles. En nuestro último trabajo publicado en “Endocrinology” y realizado en colaboración con Joan Marc Servitja y Anna Novials de CIBERDEM describimos cómo la exposición a concentraciones bajas de bisfenol-A durante el embarazo hace que las crías nazcan con un mayor número de células beta y tengan una hiperinsulinemia temprana. Es posible que esto afecte a la regulación de la glucosa a lo largo de la vida del animal.
-¿Serían necesarias medidas de salud pública en relación a este tema?
- Así es y ya se está comenzando a trabajar en ello. La “Endocrine Society” con la que tengo el placer de colaborar está ya muy involucrada y está influyendo en las decisiones de la UE a este respecto. Otras sociedades científicas como la IDF y la EASD están empezando a tener interés.
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