El número de casos de demencias, en concreto de alzhéimer, está disminuyendo en los últimos años, según publica Nature Reviews Neurology.
Esta publicación se basa en un trabajo documentado con 14 estudios. El primero de esos estudios fue realizado en 2007 por investigadores del Instituto de Investigación Sanitaria Aragón y de la Universidad de Zaragoza, responsables del proyecto ZARADEMP e investigadores del CIBERSAM, que recogía una estabilización de la prevalencia de demencias y una disminución en los varones comprendidos en las edades 70 y 84 años. A este trabajo le han seguido otros 8 estudios internacionales de prevalencia y otros 5 de incidencia de demencias.
Todos ellos documentan una estabilización o disminución de la frecuencia de estas enfermedades, corroborando los datos del primer estudio.
Las demencias, y específicamente la enfermedad de alzhéimer que supone al menos dos tercios de todas ellas, son enfermedades cerebrales que causan una pérdida de memoria y de funciones cognitivas (orientación, lenguaje, funciones ejecutivas, etc.) que pueden ser devastadoras. Según el investigador principal del proyecto ZARADEMP y del CIBERSAM, Antonio Lobo (catedrático de Psiquiatría de la Universidad de Zaragoza e Instituto de Investigación Sanitaria Aragón), “las demencias deterioran al individuo llegando a causarle una total dependencia, por lo tanto el mensaje de que se ha estabilizado e incluso disminuido la incidencia y prevalencia de casos de demencia en la población general es positivo y esperanzador”.
No hay identificados como tal factores que expliquen estos buenos resultados, pero se conjetura que los importantes cambios sociales acaecidos con la mejora de las condiciones de vida, de la escolarización y de la atención a la salud pueden haber influenciado favorablemente la salud física, la salud mental y la salud cognitiva.
En vista del envejecimiento de la población, y puesto que la frecuencia de demencias está claramente asociada a la edad, concluye el estudio que junto a otras vías de investigación, como los estudios biológicos o terapéuticos, la identificación en las demencias de los factores de protección y los factores de riesgo potencialmente modificables puede ser crucial para disminuir su frecuencia y, por tanto debería ser una prioridad en la investigación.
El estudio actual ha sido coordinado por la profesora Carol Brayne, de la Universidad de Cambridge, y en él participan investigadores de la Universidad de Zaragoza, el Instituto de Investigación Sanitaria Aragón y el CIBERSAM.